5º y 6º de Primaria

Tanto los jóvenes como los mayores usamos un lenguaje oral y escrito que discrimina a las niñas y mujeres ya que atribuimos unos sujetos y verbos de acción dependiendo del sexo.
Por ejemplo: ¿Cual de las dos frases pondríais si el docente os pide que copies una?
                           Mi padre cose.              Mi madre cose.
                                                   
                   Sujeto                                                    Sujeto
Seguramente cogeríais la de “Mi madre cose…” ya que utilizamos un tono distinto para los adjetivos femeninos que para los masculinos, además que desde hace mucho tiempo se le da una súper protección  a las niñas. Seguro que todos los días en el recreo los niños utilizan todo el patio para jugar al fútbol y las niñas mientras están hablando entre ellas, bailando, cantando... Por eso se debe cambiar esto, creando una educación mixta. Esto significa que no tiene que haber diferencias entre los niños y las niñas que todos tenéis que tener los mismos valores positivos.
Como ya sabemos tenemos dos tipos de géneros, el masculino y el femenino, pero seguro que muchos no sabéis que dentro del masculino encontramos:
El masculino genérico:
Es aquel que aparentemente integra tanto al masculino como al femenino, pero ¿hasta qué punto es cierto esto? Pongamos unos cuantos ejemplos de unos libros de texto:
Los pueblos nómadas son aquellos que se trasladan de un lugar a otro con sus enseres, animales, mujeres,….
Los pueblos bárbaros se dedicaban  principalmente a la guerra con los pueblos cercanos, a la caza….Sus mujeres solían…
Los varones defendían a la bella princesa que era atacada….
En estos textos, el masculino empleado contribuye a creer al principio que, efectivamente incluyen a mujeres y hombres en los  términos  “nómadas” y “pueblo barbaros”, pero inmediatamente  vemos que no se habla de totalidad  cuando dicen los varones, pues solo se refieren al género masculino.


Aquí teneís algunas pautas a seguir, para no caer en un lenguaje, tanto hablado como escrito, sexista :

  • Optar por términos genéricos: Infancia, por niños y niñas. Alumnado, por alumnos y alumnas.
  • Elegir nombres abstractos: Alcaldía, por alcalde o alcaldesa. Presidencia, por presidente o presidenta.
  • Usar dobles formas. Cuando se trata de nombrar a un grupo mixto, que precise evidenciar el femenino: Premio a la mejor empresaria o empresario del año.
  • No utilizar el término "mujer" como sinónimo de esposa, como no lo es el de hombre a esposo. Eliminar el tratamiento de señorita, igual que está caduco el señorito.
  • No usar la @. No es un signo lingüístico. Si se quiere economizar espacio puede recurrirse a dobletes con barra (/).
  • Respetar la orden ministerial (22-05-95) por la que quedan regulados la denominación de títulos académicos: Diplomada, arquitecta, médica, enfermera, obrera, etc.
  • Flexibilizar el orden de las palabras, no hay razón para anteponer por sistema el término masculino al femenino: Madres y padres, trabajadoras y trabajadores.
  • Dotar al discurso de homogeneidad. Cuando adoptemos una solución no sexista, mantenerla a lo largo de todo el texto, porque si no lo hacemos favorecemos la ambigüedad.
 





Comprueba con esta actividad las dos maneras que hay de decir las cosas.






Ahora utilicemos un lenguaje no sexista.¡¡Completa el puzzle y lo averiguarás!!